Empiezan las primeras contracciones y llegó el deseado (y
también temido) momento de ir al hospital a dar la bienvenida al nuevo miembro
de la familia pero… ¿qué hay que llevar en la mochila que no nos puede faltar?
Obviamente esto es una lista orientativa (seguramente algunos objetos te sobren
y puede ser que eches en falta otros) pero te vendrá muy bien para poder
hacerte una idea de lo necesario en ese momento:
–
Lleva dos mochilas/bolsos, uno para antes de la
llegada del bebé y otro para la habitación, una vez que ya haya nacido. Así
tendrás todo repartido y te será más fácil encontrarlo.
–
Mallas, leggins o medias: ya que el hospital no
se caracteriza, precisamente, por ser lugares con una agradable temperatura
ambiente. Evita el frío con cualquiera de esas prendas.
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Ropa interior y pijamas: acuérdate de que
recibirás muchas visitas, así que echa en la mochila varios modelos, alguno
para dormir y algún otro para esos momentos más “sociales”.
–
Zapatillas: que te permitan estar cómoda y
desplazarte por la habitación del hospital sin tener que pisar el suelo y que a
la vez te mantengan los pies calentitos.
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Sábanas: aunque en los hospitales cuentan con su
propia ropa de cama, si puedes llévate la tuya, hará tu estancia más agradable
y te sentirás como en casa.
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Gel y champú: nada de usar los productos tan
básicos que tienen en los hospitales.
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Crema hidratante, para poder relajar la piel.
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Cacao labial: para hidratar los labios, ya que
en situaciones de estrés, tienden a resecarse.
–
Toallitas de higiene íntima: no es necesario
explicar los motivos.
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Algo de picoteo: no para ti, sino para la
persona que te acompaña. Va a estar esperando varias horas y seguramente le
entre hambre mientras tanto (además, a mucha gente los nervios le abren las
ganas de comer).
–
Libros y revistas: para pasar el tiempo durante
la espera o cuando el bebé esté durmiendo y no tengas visitas.
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Pañales y ropa de recién nacido: no hay que
olvidarse del recién llegado, lleva varias prendas ya que seguramente tendrás
que hacer muchos cambios en las primeras horas/días.
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Mantita para el bebé: para que esté calentito y
cómodo en tus brazos.
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Ropa y productos de aseos para el acompañante:
esto no tiene que estar en tu mochila, pero no te olvides de recordarle que
lleve también sus cosas.