Nos encontramos ante uno de los electrodomésticos más
importantes de nuestra casa, que suponen un gran desembolso de dinero, por lo
que alargar su vida útil lo máximo posible es algo esencial para poder mantener
una buena economía familiar, así como disminuir su consumo todo lo que se
pueda. A continuación, una serie de consejos para ahorrar en la factura de la
luz pero también para evitar sus averías más habituales:
Adapta la temperatura
En verano, baja la temperatura y súbela en invierno (4-5
grados), ya que no se necesita tanta potencia para mantener los alimentos
fríos, al disminuir la temperatura ambiente. Y lo mismo puedes hacer con el
termostato del agua caliente, pero al revés (en verano preferimos el agua menos
caliente)
Mantén limpio el
conducto del agua
En los aparatos No Frost, el frío del motor del frigorífico
llega al interior a través del ventilador. Y dicho ventilador necesita que la
bandeja inferior no acumule agua o hielo para evitar que el conducto por el que
pasa el aire quede obstruido (y, por tanto, el ventilador no pueda llevar a
cabo su función). Basta con que limpies el conducto con un bastoncillo para los
oídos y la bandeja con una bayeta, conseguirás que la temperatura en el
interior disminuya y, por tanto, que los alimentos se conserven de una forma
óptima con un mejor consumo energético.
Evita el hielo en el
interior
Para ello, evita abrir y cerrar la puerta del frigorífico
varias veces al día y, cuando lo hagas, que sea por el menor tiempo posible. Y
revisa que el termostato no esté demasiado bajo (lo que aumenta el uso del
motor y, por tanto, el consumo de energía) o que esté roto directamente. Otro
motivo para la aparición de hielo puede ser que la nevera esté demasiado pegada
a la pared y, por tanto, no pueda circular el aire con facilidad. En ese caso
el circuito de condensación se verá afectado y no podrá funcionar
correctamente. Y también puede ser por el serpentín, esa pieza metálica negra
que se encuentra en la parte posterior. Si se acumula polvo y suciedad a su
alrededor, éste se calentará y, ya avisamos, es una avería de las caras de
resolver.
No sobrecargues la
nevera/congelador
Un frigorífico muy lleno es menos eficiente, ya que su motor
tiene que hacer más esfuerzos para mantener frío los alimentos. Y tampoco se
reparte la temperatura de forma ecuánime, ya que el aire no podrá circular
libremente por su interior.
Aleja el frigorífico
de las fuentes de calor
Esto es de sentido común: si tenemos una fuente de calor al
lado del frigorífico, este tendrá que hacer un mayor esfuerzo para mantener la
temperatura, por lo que acorta su vida útil y, además, incremente la factura de
la luz. Y lo mismo ocurre si metes alimentos calientes en la nevera, ya no sólo
por el mayor esfuerzo para enfriarlo, también porque el vapor que se genere se
transformará en escarcha, y ya sabemos lo que pasas con el hielo en el interior
del frigo. Por tanto, espera a que los alimentos se enfríen antes de guardarlos
en la nevera.
Lee siempre las
instrucciones del fabricante
Ya que siempre incluyen consejos para mantener el estado de
tus electrodomésticos en la forma más óptima posible.