Seguro que ya sabes lo que son las marcas blancas pero nunca
está de más hacer un pequeño recordatorio: son aquellas marcas propias del
supermercado en el que haces la compra, que ofrecen los mismos productos que las
grandes marcas más conocidas de cada sector, pero a un precio más reducido. Y
esa diferencia de precio es debida a dos motivos: el supermercado negocia en
base a volumen para conseguir disminuir los costes de producción (y, por tanto,
su precio final) y no invierten dinero en publicidad, ya que se valen del
reconocimiento por parte del cliente que genera la propia cadena de
supermercados.
De hecho, la mayoría de las marcas blancas son producidas
por los mismos fabricantes que tienen marcas propias más conocidas, por lo que
la calidad suele ser la misma, da igual que compres un producto de marca blanca
o de marca “famosa”. Y esto no aplica sólo a alimentación, ya que productos de
marca blanca hay de todo tipo: cosmética, mascotas,
limpieza…
A continuación te contamos cómo puedes saber qué fabricante
es el que está detrás de cada una de las marcas blancas que puedes encontrar en
tu supermercado habitual:
–
Mirar el código de barras
Los dígitos que aparecen en dicho código informan de varios
aspectos del producto. Si te fijas en los dígitos que van después del país de
fabricación, podrás encontrar el código del fabricante, por lo que sólo tienes
que compararlo con el código de la marca conocida que compras habitualmente y,
si es el mismo, ya tendrás la respuesta.
–
Mirar la dirección del fabricante
Aunque no aparezca su nombre, la dirección será la misma que
la de la marca conocida por lo que, al igual que en el caso anterior, si
coincide, es el mismo fabricante.
–
Mirar en la web del supermercado
Muchas veces ofrecen detalles de quién fabrica sus productos
o, directamente, lo confirman en el propio embalaje (por ejemplo, las pizzas
Hacendado las fabrica Casa Tarradellas, dejándolo bien claro en su cubierta).