Los seguros de ahorro son productos financieros en los que
el usuario aporta un capital determinado a una empresa (la aseguradora) con el
objetivo de ahorrar dicho capital. Ese capital se denomina prima y será
mantenido a buen recaudo por dicha aseguradora durante un tiempo previamente
acordado con el usuario o cliente. Durante ese período, el cliente no podrá
recuperar el capital pero, una vez vencido el plazo, podrá acceder a él junto
con una rentabilidad, unos intereses, que también habrán sido previamente
acordados con la aseguradora. En caso de fallecimiento durante el período de
vida del seguro, la póliza se transmite a los herederos, con todas sus
características (plazo, prima, intereses, etc.).
Por tanto, estamos hablando de productos de ahorro e
inversión a medio o largo plazo (no como un depósito fijo a 6 meses, que se
considera corto plazo).
¿Qué hay que tener en
cuenta para elegir un seguro u otro?
–
El interés (ya sea fijo o variable) que ofrece,
es decir, su rentabilidad.
–
El capital aportado (o prima): que puede ser una
aportación única al principio o periódicas (anuales, mensuales…).
–
Duración del seguro o fecha de vencimiento: ¿3
años? ¿5 años?
–
Cancelación anticipada: no todos lo tienen y los
que lo ofrecen, suelen tener una comisión.
–
Riesgo en las inversiones: como todo producto
financiero a tipo variable, la rentabilidad nunca está asegurada, aunque dentro
de la escala existente, es un producto de riesgo bajo.
¿Hay distintos tipos
de seguros de ahorro?
La respuesta es SÍ, y aquí podrás ver algunos de ellos:
–
Planes de previsión asegurados: pensados como un
complemento a los planes de pensiones tradicionales, garantizan la obtención de
unos intereses previamente determinados al llegar el plazo de vencimiento. Y,
al igual que con los planes de pensiones, desgravan en la declaración de la
Renta.
–
Planes individuales de ahorro sistemático
(PIAS): al igual que el anterior, está pensando para el momento de la
jubilación pero, a diferencia de los planes de previsión asegurados, en los
PIAS, cuando llega la fecha de vencimiento, el cliente accede a una renta para
el resto de su vida.
–
Fondos de seguro diversificados: en este caso,
el capital aportado se divide entre la prima del propio seguro e inversiones en
activos varios. Esto hace que no se asegure el cobro de unos intereses al
llegar la fecha de vencimiento.
–
Seguros individuales de ahorro a largo plazo
(SIALP): en este caso los intereses pueden ser fijos o variables (es decir,
estar garantizados o no) pero su ventaja es que no hay que tributar por ellos,
cumpliendo determinadas condiciones.
¿Qué diferencia hay
entre un seguro de ahorro y un depósito bancario?
La principal diferencia la tienes en su propio nombre:
mientras que los seguros de ahorro los ofrecen las aseguradoras (que están
reguladas por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones del
Ministerio de Economía) los depósitos bancarios son productos financieros
ofrecidos por los bancos (regulados por el Banco de España).
Y, en base a esto, es importante saber que, mientras los
depósitos bancarios están garantizados hasta 100.000€, los seguros de ahorro no
lo están. No obstante, al igual que en el sector bancario, el sector asegurador
está sometido a fuertes regulaciones que verifican la solvencia de las compañías
a las que engloba.
¿Qué seguro de ahorro
elegir?
Hay distintas variables a tener en cuenta a la hora de
elegir un seguro:
–
Fiscalidad: si tu objetivo es beneficiarte de
las desgravaciones fiscales, los PIAS o los SIALP son tu mejor elección. Eso sí,
comprueba antes que cumples con los requisitos.
–
Disponibilidad del dinero: en la mayoría de los
seguros de ahorro no podrás acceder al capital hasta la fecha de vencimiento,
por lo que ten en cuenta los posibles imprevistos que pueden suceder durante este
tiempo, para contratar uno de mayor o menor duración, o con posibilidad de
cancelación anticipada.
–
Perfil inversor: si tienes un perfil más
arriesgado, tus seguros de ahorro son los fondos de seguro diversificados. Si
eres más conservador, entonces opta por los planes de previsión asegurados.
–
Costes asociados: los seguros de ahorro, com
cualquier producto financiero, conlleva el pago de unas comisiones. Calcula
antes de contratarlo a cuánto ascenderán dichos costes, ya que puede ayudarte a
elegir uno u otro.
¿Cuáles son las
ventajas de los seguros de ahorro?
Principalmente las tres siguientes:
–
Desgravación fiscal: sobre todo los PIAS y los
SIALP, cumpliendo una serie de requisitos.
–
Riesgo: son productos de riesgo bajo o moderado,
aunque dependerá del tipo de seguro contratado.
–
Seguro, entendido como la definición tradicional
de producto financiero: en caso de incapacidad, la póliza puede cubrir el
accidente o la enfermedad sobrevenida al asegurado. Y si fallece el titular, la
prima y los intereses se transmiten a los herederos.