Siempre que hablamos de ahorrar a la hora de coger el coche,
se nos viene automáticamente a la cabeza el precio de los combustibles. Y
aunque es verdad que es la partida que más nos afecta y en la que más fácil se
puede ahorrar, comparando el precio entre las diferentes cadenas de repostaje o
buscando las gasolineras low-cost, hay otras alternativas para disminuir a fin
de año los gastos relacionados con el uso del vehículo. Toma nota de los
siguientes trucos muy fáciles y que muchas veces pasan desapercibidos:
Marchas largas:
¿Sabías que conducir con una marcha corta es una práctica
que conlleva un elevado consumo de combustible? Sin embargo, en marchas largas
ocurre todo lo contrario (aunque siempre has de conocer las capacidades que
tiene el motor de tu vehículo).
Hay coches que se “calan” si vas en quinta o sexta a 60
km/h, mientras que otros ni lo notan.
Consejo: cambia de marchas lo antes posible, en cuanto te lo
pida el motor, y notarás un ahorro de combustible considerable.
Seguros online:
Es uno de los gastos más importantes que tiene tu vehículo
al año, junto con el combustible. Y es que, aunque normalmente se paga una sola
vez al año, las cuotas suelen ser muy elevadas y pueden romper nuestra economía
del mes.
Consejo: utiliza las muchas páginas y buscadores online para
poder comparar diferentes compañías, sus precios y los servicios (coberturas)
que ofrecen.
El proceso es muy sencillo: introduce la marca de tu
vehículo, el modelo, tipo de combustible, potencia, nº de puertas, uso que le
das, si duerme en garaje… así como datos de los conductores a asegurar y voilá,
en apenas unos minutos tendrás a tu alcance una amplia variedad de precios
entre los que poder comparar, junto con las coberturas que te ofrecen cada una
de las compañías.
Mantenimiento en el
taller:
Teniendo en cuenta que sí o sí tenemos que llevar el coche
al taller para llevar a cabo sus revisiones (ya que de no hacerlo corremos el
riesgo de sufrir una avería y entonces el coste para su arreglo será mucho
mayor), siempre es mejor acudir a uno que trabaje con muchas marcas distintas,
ya que son más económicos que aquellos que son exclusivos de una.
Consejo: busca en Internet la puntuación media que tienen (ya que no todos son iguales) y acude siempre a aquellos con una media superior a 4 (sobre 5).