Con el precio del Kw/h por las nubes, conocer el consumo
eléctrico de cada uno de los electrodomésticos
que tenemos en casa para así poder ajustar al máximo su consumo y disminuir la
factura de la luz es casi una obligación si queremos evitarnos sustos y poder
llegar más cómodamente a final de mes. Pero, ¿cuáles son los que más consumen?
Te lo contamos a continuación:
El frigorífico
Es el electrodoméstico que más consume, al tener que estar
en funcionamiento durante las 24 horas del día. Supone de media el 20% de la
factura mensual por lo que es importante conocer cómo disminuir su consumo.
Para ello, intenta no llenarla en exceso ni coloques alimentos calientes dentro
de ella (espera a que se enfríen fuera), mantenla cerrada el máximo tiempo
posible y evita la aparición de hielo en su interior.
La lavadora
Después del frigorífico, es el electrodoméstico que más
consume, ya que supone un 10% de la facturas mensual, a pesar de que se utiliza
muchísimo menos. Para disminuir su consumo, evita los programas largos,
centrifugados a una elevada potencia o el agua muy caliente. Además, no la
llenes en exceso y mantén limpios los filtros.
El lavavajillas
El tercer “culpable” de las elevadas facturas de la luz, ya
que su consumo representa el 8% de la factura mensual. Si eliges bien el
programa dependiendo de la suciedad de la vajilla, colocas de forma correcta
los platos y cubertería, mantienes en buen estado los filtros y el sumidero y
“aclaras” previamente la suciedad con papel, conseguirás reducir su consumo de
una manera importante.
El horno
Aunque no es de los electrodomésticos que más consumen,
nunca está de más saber cómo podemos reducir su consumo: no abras la puerta
cuando estés cocinando (no sólo porque pierde calor, también puedes arruinar el
horneado), corta los alimentos en trozos pequeños para que se cocinen antes,
mantén en buen estado las gomas que sellan el cierre, precocina alimentos para
que necesiten menos tiempo, utiliza el calor residual para mantener calientes
los alimentos…
La vitrocerámica
Destacar que una cocina de inducción consume aproximadamente
un 20% menos que una tradicional pero sabemos que, a la hora de cocinar, cada
persona tiene sus propios gustos. Por ello, trucos para ahorrar en su consumo,
válidos para ambos tipos, son los siguientes: escoge siempre el fuego del
tamaño que mejor se ajuste al recipiente sobre el que estás cocinando, utiliza
siempre las tapas para mantener el calor el mayor tiempo posible, coloca el
menaje justo encima de los fuegos y regula el calor en base al tipo de cocinado
que estés realizando.
Finalmente, el sentido común es el mejor truco para ahorrar
en el uso de los electrodomésticos: usa con cabeza los electrodomésticos de tu
casa, respeta las instrucciones del fabricante y haz un uso responsable, tu
bolsillo te lo agradecerá a final de mes.